Berlin after dark, el nuevo espectáculo de Lola

¿Habéis visto la última película de Woodey Allen, "Medianoche en París"? ¿Recordáis la fascinación que siente el personaje que interpreta Marion Cotillard por el mundo del Cabaret...? La directora creativa de Lola Make Up, Rebecca Goswell, debe sufrir esa misma atracción por la centelleante Belle époque, pero la traslada a la capital alemana en su nueva colección de maquillaje para la temporada Otoño-Invierno 2011, Berlin after dark. Hace unos días me enviaron, desde Lola Make Up, una caja negra deliciosamente cerrada con un lazo, negro también. Estaba llena de productos de esta nueva temporada, que nos hacen soñar con un otoño oscuro y reluciente: quisieron regalarme el color de la noche berlinesa y, desde luego, algunos de estos tesoros se convertirán en mis básicos otoñales. La preciosa cajita contenía dos sombras de ojos oscuras y llenas de embrujo, en tonos azul noche y plata ahumada, que por su calidad, suavidad y pigmentación me han recordado al dúo Underworld de Nars (les dedicaré un post en exclusiva), un rubor, un brillo de labios rosa tierno, color bebé, un delineador en gel negrísimo y lo que parecía ser una barra de labios y es, en realidad, un "pincho" USB de dos gigas con un generoso dossier de prensa.

El colorete número 006 de Lola es un verdadero agente secreto: consigue un efecto buena cara invisible, un soplo de verano en otoño, sin necesidad de polvos de sol. Cuesta 9,9 euros y dura toda una tarde en nuestra piel. Es un tono entre melocotón y teja, bronceado y luminoso, que recuerda al múltiple South Beach de Nars. No tiene partículas brillantes pero tampoco es un mate absoluto, más bien regala al cutis un ligero toque empolvado que aporta color pero también serenidad, elegancia.

El gel liner de Lola Make up es un auténtico lujo, disponible al precio de 13,9 euros. Cremoso pero firme, negrísimo, denso... y manejable. Lo utilicé en mis párpados con ayuda del pincel biselado de Kiko, y en cuestión de segundos vistió mis ojos de misterio, de leyenda, de... grandeza. En sentido literal: agrandó mis ojos y dio a mi mirada una profundidad sin límites. No hay límites temporales cuando hablamos de este delineador en crema: en él se cumplen fiel y concienzudamente las palabras "larga duración".

Berlín al anochecer... Las largas avenidas verdes de bosques en la ciudad, edificios de ladrillo rojo y apacibles lugareños que te agasajan con pastel de nueces dejan paso a un mundo exótico donde todo es oscuro y luminoso, y el tiempo parece detenerse.