Las toallitas desmaquilladoras y yo: tragedia terrible con final feliz. (Post autobiográfico y larguísimo)
Yo comencé a cuidar mi cara a los 20 años, ya que antes cometí verdaderas locuras, confiando ciegamente en la belleza, suavidad y juventud de mi piel. Recuerdo lo impresionada que me dejó una dependienta del Corte Inglés al decirme que necesitaba ¡usar crema hidratante a diario! En mi descarga diré que siempre había leído eso de "hidratar nuestra piel desde el interior", y que solía y suelo beber tres litros de agua al día, cuatro en verano.
Concienzudamente empecé a utilizar todas las noches una cremita de Vitesse que era barata y muy agradable: se llamaba Aquaperfect 24h y tenía esa textura de crema-gel y ese color verde azulado que tanto me atraían y que luego he aprendido a rechazar por ser nocivos para mi tipo de piel. Sin embargo, no creo que este tarrito me hiciera ningún daño: lo firmaba también la marca Avena-kinesia, por lo que supongo que algo de avena debía haber en su composición, digamos un 0,1%. Era fresca y untuosa a la vez, y desprendía un aroma particular, mezcla entre notas olfativas oceánicas y trazas de lo que después he catalogado como desayuno irlandés.
Decididamente, me está saliendo uno de esos peligrosos post autobiográficos, en los que el aburrido autor vacila entre un asunto y otro, se enrolla ad infinitum y acaba tocando colateralmente el que iba a ser el tema central. Continuaré con este stripteasse vintage, a ver hacia dónde me lleva. Confío en que me lleve a relataros los horrores de las toallitas Vitesse.
El problema en este primer periodo de cuidados era que, junto a la crema que no era mala del todo, me llevé mi primer paquete, verde azulado también, de toallitas desmaquilladoras. A pesar de estar indicadas para piel sensible eran alcohol puro y me destrozaron la piel. Lo único bueno era que tras la debacle de la toallita venía el paraíso de la crema: un universo de suavidad aromatizada caía como lluvia sobre mi piel como un volcán rojo y abierto...
Después de Vitesse probé con toallitas Garnier, Nivea, Babaria e incluso L´Oreal, hasta reconocer dos axiomas fundamentales en mi vida: Uno, que el petrolatum era barato pero terriblemente dañino, y dos, que las toallitas no estaban hechas para mí.
En este verano he vuelto a necesitar desmaquillarme de un modo rápido aunque no tan completo, y he sufrido la tentación de comprobar cómo ha evolucionado la marca que promociona Nuria Roca durante todos estos años de ausencia, ¡doce! Y, cayendo en la tentación, me llevé a casa las toallitas 0% de Vitesse.
La promesa: un producto que realmente respeta la epidermis. Con un cero por ciento de alcohol, de parabenos y de perfume, y con ingredientes como el bisabolol, principio activo de la camomila, con propiedades hidratantes y calmantes.
El veredicto: me han convencido... a medias. Son muy eficaces, algo que sus antecesoras no eran ni por asomo. De una pasada retiran toda la suciedad, la de los ojos también, y no escuecen.
... Pero, como siempre hay que mirar la letra pequeña, os diré que lo único en lo que estas toallitas no son cero por ciento es, precisamente, en lo que a mí más me molesta (tras el alcohol, claro está): ¡en los aceites! Ya que contiene dos clases distintas de silicona y aceite de cacahuete nada más y nada menos. Y yo, que parezco la princesa del guisante en cuestiones de piel, acabé resintiéndome tras una semana de uso.
...¿Y el happy end prometido?
LLegó a mi vida hace unos días, en forma de toallitas faciales de bebé de Mustela. Están hechas con el algodón más grueso, mullido y suave que imaginarse pueda, e impregnadas con una loción exclusiva de la casa llamada Physiobebé que es una auténtica delicia... eficaz.
Limpian muy bien, tanto como puede hacerlo la loción Cetaphil o cualquier crema limpiadora suave. Y la lista de ingredientes es simple y pura poesía en mis oídos: es verdad que contiene propilene glycol y algunos parabenos, pero en primer lugar se encuentran el estracto de aloe barbadensis; la hierba jabonera, famosa por sus beneficios en caso de dermatitis y por ser rica en vitamina C y flavonoides; y alantoína, un poderoso regenerador de la piel.
Las toallitas Mustela son algo más caras que las que podemos comprar en el súpermercado, cuestan alrededor de los seis euros (el antiguo billete verde de mil pesetas), ¡pero ahorrarás litros de tónico suavizante y horas de tribulación en la consulta del dermatólogo!
Muy interesante tu pos autobiografico, me he reido mucho con tus peripecias cremiles..
ResponderEliminarY me alegra ver que has encontrado unas toallitas que realmente merecen la pena..A mi las de Deliplus me van super bien, pero no todas lo hacen, es mas, casi ninguna lo hace, me salen granitos, o me dan alergia, se me pone la cara roja como un tomate..Asi que un dia decidi comprar estas por su low cost y me funcionan, es lo mas de la felicidad a bajo coste jajaja.
Muaks
Nena, a mí las únicas que no me han ido bien han sido las de Deliplus, el resto me van muy bien, estupendas.
ResponderEliminarUn beso.
Nunca entendi como las toallitas desmaquillantes son tan populares, desmaquillan tan mal y a mi ese refriegue me deja los cachetes rojos. Tengo un paquete de nivea y use tres como mucho, pero tuve que usar un poco de desmaquillante en crema aparte porque para que limpien bien me tenia que raspa toda la cara.
ResponderEliminarProbaste el desmaquillante o limpiador de cetapril?
Muy lindo post!
Pues a mi (era esto lo de las comillas, ¿no?) me ha gusatdo el post y no e ha parecido largo en absoluto, porque contiene mucha información útil y tiene muy buena redacción.
ResponderEliminarY que me apunto lo de las toallitas de mustela por si acaso, de paso.
Besos!
XDDDD pues yo también dejé de lado hace muuuucho las toallitas, pero he de decir que empecé muy tarde a cuidarme la piel tenía unos 23 años!!! En fin, juventud divino tesoro...
ResponderEliminarTus posts larguísimos y autobiográficos siempre son geniales y la mar de amenos!
ResponderEliminarYo tampoco he sido nunca partidaria de las toallitas. Adoro la sensación de la piel limpiada con agua, y teniendo en cuenta que mi piel es resistente y ligeramente grasa, el agua (incluso la de mi zona, siendo dura como es)y un buen gel limpiador es lo que mejor me va.
Ahora, como tú reconozco que hay toallitas y toallitas, y de vez en cuando cae alguna para los viajes, porque son la mar de prácticas y no ocupan espacio. Me apunto las de Mustela para la próxima vez.
Besos
Como me gustan tus autobiografías cosméticas, estás creando un nuevo género, nena! BESOS!
ResponderEliminarUnas toallitas que merecen la pena... me apunto el dato porque no abundan. Yo tampoco soy muy partidaria de ellas pero hay ocasiones en las que facilitan la vida mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola! te sigo desde hace un tiempo, y la verdad es que me encantan tus entradas autobiográficas, jejeje. Tampoco soy partidaria de las toallitas, me irritan demasiado pero los productos de mustela siempre me han parecido bastante buenos!
ResponderEliminarBesos!
GRACIAS A TODAS POR VUESTROS GENEROSOS COMMENTS...
ResponderEliminarEs verdad, todas hemos hecho burradas, pero ahora andamos por el buen camino. Adoro como huelen esas toallitas, son un primor, como tu! Besotes
ResponderEliminarHola! Pues sólo una vez he usado toallitas desmaquillantes y prefiero el agua con la espuma desmaquillante.Me parece que queda la piel más limpia. No dejes de hacer estos posts me encantan.
ResponderEliminarUn beso
Un post muy bueno. Yo tambien soy "anti-toallitas" desmaquillantes. En cuanto a la marca Mustela, yo la uso para mi bebita y es muy buena. Sobretodo el bodymilk.
ResponderEliminarYo soy mucho de toallitas..., pero mi piel es gruesa, y naaada sensible.
ResponderEliminarTambién hay toallitas de alta gama. Y son mejores.
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