Rose Quartz de Revolution: una paleta, dos looks

Revolution ha lanzado al mundo una nueva y centelleante paleta a buen precio. Rose Quartz es el nombre, 11,95 euros su precio, y dicen por ahí que es clon de la Lolita For ever de Kat Von D, aunque a mí me recuerda en algunos tonos a la ya manida New Nudes de Huda..., y a la vez me parece que no necesita copiar nada, ¡brilla con fulgor propio!

Yo había decidido cerrar el grifo por una temporada en cuanto a sombras de ojos se refiere, y Helen me tentó, pero no la culpo sino que la bendigo porque no tenía nada parecido: ¡me despido del mundo paletas por la puerta grande, con cien destellos en mi tocador!

A la luz directa del sol

Rose Quartz posee sombras mates para construir la estructura de la mirada en rosas, tierras y corintos, tonos metálicos en esos mismos colores más un ámbar que enamora y, sobre todo, una fila central que es toda una ilusión de glitter, desde un  rosa hielo al chocolate más eléctrico del mercado. Pero no un glitter como de maletín de señorita Pepis que se deshace entre los dedos, no: una purpurina prensada, metálica y llena de magia.

En pocos días he podido lograr tres looks, aunque el primero, en rosas, era un ensayo y no lo voy a mostrar aquí, lo tenéis en mi IG.
Pero quería enseñaros un par de maquillajes de párpados que me han conseguido deslumbrar ¡a mí!, a la hobbit pija que no tiene mucho pulso y que no se sabe delinear los ojos con gel. Y es que esta paleta lo hace todo muy fácil...

El primero es la demostración de que esta paleta no es solo claridad rosada: sí, apliqué Babydoll, tono rosa hielo, en el lagrimal, y Rose, rosa quemado, en todo el párpado móvil, pero entonces cubrí toda esa pátina con la sombra Elixir, un glitter de color chocolate rojizo hipnótico. Y en el centro del párpado, de nuevo un punto de Babydoll.

El segundo, bautizado como "La chica dorada" por supuesto, tiene más intríngulis.
En primer lugar extendí la sombra en mousse The Hustle de W7, dorada con tornasol verde, como un lienzo en el que trabajar. Iluminé el lagrimal de nuevo con Babydoll y la línea ciliar con Sweetie, color crema mate.

De nuevo cubrí el párpado con glitter, esta vez dorado con la sombra Diamante. Y luego... me divertí. Sí señoría, nunca me había divertido tanto creando un look. Porque hice la transición con mi pincel de difuminar de Wycon mojado no en una sombra mate, sino en Molten, el dorado ámbar metálico, e incluso con los ojos abiertos se ve, pero lo difuminé tanto que sólo queda un halo.

Perfilé a ras de pestañas superiores e inferiores con un lápiz de larga duración, retráctil, de Catrice. Y me ha aguantado intacto el maquillaje hasta la noche.
Los labios... ¿queréis saber lo que llevo en ellos, verdad? Si los digo que es la misma sombra The Hustle de W7 aplicada sobre uno de esos tubitos de gloss pegajosos, ¿cómo os quedáis?