Imperfectly perfect de Belle, una gran colección y ¿un clon del Luster de Nars?

Cuando llama el cartero a nuestra puerta llega la alegría, aunque luego estemos tan repletos de trabajo que tardemos una semana en actualizar el blog describiendo las maravillas que nos han enviado desde Belle...

Un precioso paquetito personalizado, con una cartita para mí y una colección perfecta, en la que había dos esmaltes que, aunque sé que son magníficos, regalaré: me he acostumbrado a que me haga la manicura Andrea, de Mishea Peluqueros, con producto de CND Shellac. Ésta ha sido su última obra de arte, una francesita con estrellas doradas en el anular...

El resto de la colección es un ensueño y pasa directamente a mi tocador e incluso a mi neceser de bolso. El colorete luminoso es el claro protagonista, pero por esa misma razón quiero hablaros antes de las magníficas novedades de ojos y labios.

El labial líquido parece "mauve" en el envase, pero en el labio sube unos grados y se satura el color en un grosella encendido. Es muy duradero y muy mate, por eso requiere algo de pericia.

Los ojos son la gran baza de Belle, y las sombras en formato lápiz, un arma perfecta para prestarles fuerza y expresividad.  En esta ocasión me ha llegado el suntuoso jumbo "Luxury Moss", que además de oscuro y lleno de misterio, se agarra al párpado con fidelidad conmovedora. 

Alguno de estos lápices gordotes de ediciones pasadas me parecieron excesivamente grasos, pero éste queda fijo. 

Y su tonalidad es la del musgo húmedo de Irlanda, remite a bosques oscuros de mitologías antiguas.

Por otra parte, en esta colección han incluido no un lápiz retráctil, no, sino ¡un rotulador! Estaba pensándome reponer el fabuloso Tattoo Liner de KVD ahora que la tatuadora se ha desligado de la firma, pero éste es tres veces más barato e igual en calidad, al menos en primeras aplicaciones.

Es mate, negrísimo e inalterable. A las cinco o seis horas y tras una siesta empezó a emborronarse, pero imitando un ojo ahumado: es de esos delineadores que cuando se van, se van bien, con esa perfección de lo inacabado que recrea la firma..
Su punta es fina, precisa y, lo mejor: suavísima si tienes los ojos sensibles. Por primera vez en mi vida he maquillado la línea de agua sin que mi vida peligre. 

El precio, tanto del jumbo como del rotulador, es de cuatro euros con cincuenta. En el anterior selfie con mascarilla, son los encargados de prestar expresividad a mi rostro.

Pero la joya de la edición es el colorete luminoso Ancient bronze, un melocotón bronceador con tornasol metálico: nada más abrir el paquete y verlo, tres palabras acudieron a mi mente: Luster de Nars. 

Son exactamente iguales, lo cual resulta alucinante. Ambos rubores dejan un efecto de mejilla húmeda, reluciente y melocotón. 

Lo único que cambia es que el reflejo del Luster es dorado y su precio es de treinta y dos euros. Ancient bronze cuesta sólo cuatro y posee un fulgor rosa frío, metal, de fondo. 

En esta fotografía veis el labial líquido, que se declina en tres tonalidades de rosa y que en los labios sube bastante el color. Es muy mate, más de lo que a mí me gusta, y como no suelo delinear mis labios me costó maquillarlos con él. Aguanta carros y carretas y es ideal debajo de la mascarilla, pero not for me.

En cambio, el rubor es puro lujo accesible: si no se pareciera tantísimo al Luster de Nars no dejaría de gustarme, no me cautiva por ser un clon casi perfecto, sino por su belleza perfecta. Esta pequeña polvera, sencilla y sin espejo, va directamente a mi neceser y pasa a ser mi colorete low cost favorito, mi producto low cost favorito.