Bésame mucho: Lip perfector Glow de Clarins. Luminosidad y tratamiento en un gloss

Vamos a quitarnos el mal sabor de boca que nos produjo la anterior reseña sobre cierto labial viral...

Me chivan, además, por el pinganillo que la palabra Squirt, que yo traducía sencillamente por "chorro", es en realidad de lo más ordinaria. Y yo, entre que soy una Hobbit pija feliz y que mi inglés es mejorable..., estaba en la luna.

Pues vengo ahora en cambio con todo el glamour y la elegancia que nos brinda una casa como Clarins, por diez euros menos de lo que costó el descarado bálsamo en stick del anterior post.

Ésta va a ser la semana del labial, porque con la "vuelta al cole" (o al teletrabajo), me he vuelto también un poco loca y he adquirido unos cuantos, mea culpa, y lo peor es que, como no es pecado, no tengo ni dolor ni propósito de la enmienda...

En el caso del Lip perfector Glow, o perfeccionador labial luminoso, me tentó Miss Potingues en un comentario en este mismo espacio, y ¡bendita tentación!

Yo ya había comprado y terminado algún embellecedor de labios, que así se llamaban antes..., pero esto es la generación dos o incluso tres punto cero.

Clarins afirma que este tubito contiene un 96% de tratamiento, gracias a la manteca de mango salvaje y a la manteca de karité, que por cierto es uno de mis ingredientes favoritos para piel y labios sensibles, y a un péptido natural "potenciador del volumen" (sic). 

Todo esto se ve, se siente, pero..., ay amigas, cómo nos gusta ese 4% restante que no es tratamiento sino maquillaje, delicioso disfraz, colorín colorado.

A tal fin, este mágico tubito posee otro complejo de nombre glamuroso, el Lip highlighter complex, que combina dos tipos de nácares. 

La gama glow cuenta con una buena sinfonía de colores, y acabaré adquiriendo algún otro tono por lo mucho que me está gustando, pero hoy por hoy elegí el tono 24 Fucsia glow.

Que más que fucsia, color de moda en este verano gracias a la película Barbie pero que a mí no me acababa de enamorar, yo lo veo un fresa con subtono coral, es decir uno de esos labiales afrutados con matiz ácido que tanto me dislocan...

El lip perfector cuesta veintiséis euros en su página web, pero en druni lo he conseguido por quince...

Y se ha convertido en habitual en mi bolso: cabe en un tote bag y en un bolsillo para el móvil, deja los labios muy cuidados, muy cómodos, con una  luminosidad maravillosa y un color encendido..., que se puede extender a las mejillas como en esta última foto. 

Llamádme loca, pero yo lo he visto escrito en algún lugar, que este producto también sirve para las mejillas... Y si no es así, pues ahora mismo ¡lo transformo en producto multiusos!