Fin de semana en Madrid (y III) Descubriendo el Bubble Tea con Wowble y Subflava

2/08/2016
Caminar por las calles de una gran ciudad con un enorme vaso de bubble tea se ha puesto de moda: estos tés amenizados con bolitas de distintos sabores me recuerdan a los cafés del Starbucks que veíamos hace algún tiempo, antes de que se hicieran corrientes en nuestro país, en las revistas y en las películas, en manos de estrellas de Hollywood. Nos parecía la quintaesencia del chic, que ahora llega reconvertida en una versión bío, más saludable, apta para veganos.
En mi último fin de semana madrileño íbamos Subflava y yo por el centro de la capital, de Nars a Lush (y compro porque me toca), cuando ella me dijo suavemente... ¿y si merendásemos un bubble tea?

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Una base de té, zumo natural o batido + topping de fruta o tapioca
(imagen de la página web de Wowble)

Lo más gracioso es que en realidad no me apetecía nada, a pesar de la natural curiosidad por una bebida que ha inundado las publicaciones de moda. La verdad es que no soy muy aventurera con la comida: me gusta el té, pero no cualquiera, y nunca había probado la leche de soja (Wowble utiliza esta variedad para elaborar sus batidos cremosos, desnatada para más inri.) Muy sano todo, pero demasiado misterioso para mí. Pero por no estropearle la ilusión a mi amiga o por no parecer una aguafiestas, en definitiva, por "ser maja"... le dije que sí, y así llegó a mi vida uno de mis más fascinantes descubrimientos culinarios de los últimos tiempos.

Aterrizamos en Wowble, el típico local "take away" que acentuaba mi sensación de estar protagonizando un capítulo de una serie americana. En esta cadena te ofrecen distintas bases, té, zumo natural (Ice), batidos naturales con leche de soja desnatada (Cream) o té con el mismo tipo de leche (Milktea), y luego... ¡comienza la fiesta!
Para adornar tu base preferida puedes elegir bolitas de tapioca, pedacitos de gelatina o "bobas", que son zumo puro de fruta "esferificado". Pensé en cómo se reiría mi padre ante un concepto tan postmoderno, pero pedí un Vainilla milk tea (adoro la vainilla) con bobas de fresa... en tamaño pequeño, por si acaso.
Te dan el vaso cerrado con la típica tapa de papel de aluminio, y con una pajita le hacen un agujero. Y allí  fuimos Subflava y yo, cada una con su bebida: ella había pedido Taro con tapioca, algo que a mí me sonaba demasiado exótico, pero cuando me dejó probar... ¡caí rendida de amor!

Mi primer Bubble tea

Mi té de vainilla con leche de soja y zumo de fresa esferificado me gustó mucho. Yo no sabía cómo iba a atrapar las bolitas, pero Sub me enseñó a succionar con la caña, lo cual resultaba divertido y me hacía evocar escenas de sopa y espaguetis de mi niñez, ese gorjeo de niños felices comiendo sin mucha educación. Las burbujas de fresa estallaban en mi paladar mezclándose con la cremosidad dulce y aromática del té, dos texturas tan distintas fundiéndose en el interior de mi boca era sin duda una gran experiencia...

Pero es que el taro con tapioca es una absoluta delicia y me gustó muchísimo más. Antes de nada debo decir que al hablar de "merienda saludable" no la estoy comparando a una manzana y un manojo de zanahorias peladas; Wowble tiene creaciones que incorporan nata montada, trocitos de galleta Oreo, etcétera, y en eso se acaban pareciendo mucho a los "cafés-postres-bombas calóricas" del Starbucks, pero tienes la posibilidad de escoger tu base y tu adorno favorito, y dependiendo de lo que elijas sí se puede considerar un capricho bastante sano.
El taro es un tubérculo asiático rico en vitaminas, hierro y calcio, que cuenta con once calorías por cien gramos. En cambio, esos mismos cien gramos de tapioca alcanzan las 350 calorías, aunque la verdad no creo que un vaso pequeño de esta bebida contenga cien gramos en bolitas. Ingredientes aparte, el Bubble tea de taro con tapioca es delicioso: a mí me supo a crema ligera, a cereales, a nueces... y cuando succionaba las bolitas ese sabor cremoso se mezclaba con el precioso aroma del sésamo y un tacto blandito pero firme.

¡Pues está muy rico!, se me escapó junto a un suspiro de satisfacción tras terminar mi vaso, y entonces tuve que confesar a mi amiga mis reservas iniciales. Entre risas, ella comentó: ¡Y pensar que has descubierto una bebida nueva que te encanta... sólo "por ser maja"!

20 comentarios:

  1. No sabía de la existencia de los Bubbles Teas. El concepto me gusta mucho, pero si sólo los sirven con leche de soja creo que no los probaré, no confío nada en ese preparado. Te dio para bastante el viaje y para entretenernos con tus aventuras!! Un abrazo.

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  2. Sí!!! Son muy divertidos de tomar! Son como mi explosiones dulces en la boca. Rico!!

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  3. Yo no los conocía pero imagino que, en comparación con un té corriente y moliente, las calorías deben subir bastante con tantas chorraditas, por muy sanas que sean.
    Un besazo!

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  4. MonoGretel, sólo tienen leche de soja los batidos y Milkteas, la base de zumo o de té no.

    Gadirroja, obviamente... Por eso lo catalogo de capricho, como para merendar una vez al mes o cada dos meses cuando voy a Madrid.
    Las calorías varían mucho, es lo que he intentado reflejar en el post. Puedes pedir un té verde con bolitas de zumo de fruta y es un capricho bastante razonable, pero sigue entrando en el ranking de "merienda de fin de semana"...

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  5. A mí me ocurre como al Mono Gretel: No me fio de la leche de soja. Yo tomo leche semidesnatada de vaca y sé que, en estos tiempos, según algunos, mi salud corre un gran riesgo (superado sólo por los valientes que toman leche entera) pero creo que es peor la soja transgénica (que es la que utilizan a escala industrial), los aglutinantes y demás sustancias empleadas para convertir la soja en leche. Aunque soy consciente de que la leche que tomo no es tan natural como la de Heidi... A Dios gracias, tolero bien la leche y no sé por qué tendría que dejar de tomarla por algunas modas. Como bien dices, un fin de semana uno puede permitirse ciertas licencias y no conozco a nadie que le haya pasado algo por tomar un vaso de leche de soja, pero no como base de una alimentación diaria.

    PD. El otro día compré un litro de leche de almendras en LIDL porque lo han sacado nuevo y el contenido de almendras era el 2%. Pensé: "WTF es el resto?". Aunque ponía los ingredientes y estaba buena, ese 98% restante inquietaba bastante.

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  6. Anda que no he bebido yo litros de té con leche y tapioca (y anda que no he comido taro...¡y no me he vuelto radioactiva ni me ha salido barba de chivo como a Confucio!).

    Para mí, la soja sí que es uno de los pilares de mi alimentación y la consumo de diferentes maneras varias veces a diario desde hace 20 años. La leche, como tal, se asocia más al desayuno pero cada uno puede consumirla cuando le dé la gana, faltaría más. Desde mi experiencia, no pasa nada por beber leche de soja a diario ni por consumir cualquiera de los muchísimos productos elaborados con soja (no desarrollas cánceres ni tumores, hablando claro). Lo único que hay que preguntarse a la hora de consumir soja es dónde hay que comprar el producto y qué preparaciones se deben consumir con más frecuencia y cuáles con menos.

    La leche de soja de verdad (la que beben literalmente miles de millones de personas en el mundo) se hace en casa con una máquina especial (que es parecida a un hervidor de agua) o se compra hecha una pasta para reconstituir (como ciertas horchatas, esto Reme lo sabrá bien). De hecho, el proceso de elaboración de la leche de soja y la horchata es similar y no entran en juego aglutinantes ni cosas raras (las que venden en el supermercado y en el herbolario, a saber, seguro que están espesadas y blanqueadas).

    El hecho de que la soja sea, hoy en día, un ingrediente omnipresente en todo se debe a que es el monocultivo extensivo por excelencia en EEUU y Argentina y esta es la forma de darle salida, poniéndola hasta en la sopa. Las semillas que se emplean están manipuladas y, además, la industria alimentaria o no sabe pretratar el producto o, directamente, no lo hace. Los países tradicionalmente consumidores de soja pretratan siempre el producto a través de diferentes procesos como la fermentación (el tempé indonesio, la salsa de soja, el natto japonés...). La leche de soja y el tofu también tienen su propio proceso de pretratado. El producto, en definitiva, se debe someter a un proceso determinado antes de consumirlo ya que de esta forma no sólo se hace digestible sino que, además, se controlan esas cualidades negativas que atribuimos a la soja. Consumida "a la americana" en forma de harinas y espesantes (y "leches") no se ejerce control alguno sobre el producto.

    Lo de no fiarse (llamemos al pan, pan y al vino, vino), son prejuicios contra lo "asiático". En el Viejo Mundo existe todavía una fortísima alteridad hacia los "chinos" (así, a modo de nombre colectivo) y despreciamos su cultura por desconocimiento, miedos ancestrales, prejuicios políticos y culturales. Ellos también nos odian a nosotros, no os creáis, jajajaja.

    Un abrazo.

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    1. Gracias por tu explicación. Fui yo la que hice el comentario de la leche de soja. El problema, como tú bien dices, es la de herbolario y la de supermercado, que es la leche de soja a la que yo tengo acceso y no me fio mucho de ella.

      No siento "odio" a lo oriental, sino a la "adulteración" de los productos orientales en occidente. Sobre todo, odio que nos los vendan como naturales y jueguen con nuestras expectativas.

      Del mismo modo que comenté que no me fiaba de la leche de almendra del LIDL y tampoco me fio en general de la leche de avena (porque la mayoría suele llevar como uno de los principales ingredientes el aceite de girasol).



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    2. No estaba acusando a nadie, pido perdón si alguien se ha sentido aludido. Bueno, ante todo a quien de verdad quiero pedir perdón es a Adaldrida por el post behemot que he puesto. Cuando escribes una "respuesta", no eres consciente de las dimensiones de los bodrios que terminas escribiendo :o)

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    3. ¡Hola Anónimos! He tirado la primera piedra (espero que Adaldrida no se enfade conmigo).Yo tampoco siento aversión al lejano Oriente, aunque no comparta mucho con ellos. Lo de la leche de soja, y otros muchos productos adulterados con soja (bombas de hormonas), lo decía porque no paran de venderlo en Occidente como el milagro de milagros. Y hasta en herbolarios decentes te encuentras esas pseudo leches llenas de aceite de girasol (como dice Anónimo 2). Y por otro lado está el tema de las intolerancias/enfermedades que cada "raza" es más propensa a desarrollar. A mí, probablemente me siente mejor la leche de cabra u oveja (hasta la de yegua o camello, que fermentadas con kéfir te vuelven inmortal ajajj) que la de soja. Veneno puro para muchos habitantes de los continentes americano y asiático. Al igual que el dulce, que a ellos les sientan fatal (y en su gastronomía poco hay). Pero yo, como europea mediterránea no renuncio a mis lácteos fermentados, ¡y mucho menos a mi pastelería de dátiles y miel! Como dice el refrán "lo que es alimento de un hombre, es veneno para otro".
      Un abrazo para l@s Anónimos!!!

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    4. Me ha gustado mucho el debate que se ha generado, no tienes que disculparte.
      Yo creo que tanto con la leche de vaca como con la leche de soja se tienen muchos prejuicios. Es verdad que hay mucha intolerancia a la lactosa, pero me hace gracia ese dicho de que somos los únicos mamíferos que beben leche después de la lactancia. Toma, y somos los únicos mamíferos que piensan...
      Pero la leche de soja es normal en Asia... Otra cosa son las adulteraciones.

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    5. Pues te hemos adulterado la entrada con el debate...

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  7. No me convence. Fijo que lleva muchos edulcorantes camuflados,y no camuflados, y demasiad química para resultar saludable.
    Besos.

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  8. Sabes que el Taro es boniato? Los japoneses lo toman mucho en batidos y en pastelería.
    No soy de este tipo de brebajes, me gustan los yogures helados con fruta, de vez en cuándo me doy el capricho cuándo voy por la ciudad que aquí no tengo.
    Un beso.

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  9. ay pues a mi si que me ha llamado la atencion y seguro que en cuanto pueda me paso a por uno. Besos

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  10. Ser maja siempre tiene su recompensa... Carmen.

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  11. Yo tengo uno así en Barcelona, no sé si es la misma cadena o no y ya fui un día y ese donde has ido he visto que en el barrio de mi madre han puesto uno

    muackss

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  12. Yo no los he probado pero tampoco me llaman la atención; no me gusta el té y no soy golosa!!!!!


    Besos

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  13. Me gusta mucho los bubblesteas, la primera vez que lo probé me encantó, es tan curioso.
    Al igual que tú soy una fanática de la vainilla ¡y tu té me ha puesto los dientes largos!
    Pero el de subflava debería de estar exquisito igualemente.
    Un besote!!

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  14. ¿Los únicos mamíferos que piensan? Madre mía, el antropocentrismo que no nos abandona. Tristeza infinita.

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  15. Coco y tapioca... mira que he probado pero nada mejor que el coco con tapioca, amor puro. Subflava nos lleva por el camino de la tentación XD (pero es amor y la queremos).

    Muases

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