La belleza de Dior en su colección Otoño 2014: review y manicura para Tita Hellen
La colección otoñal de Dior es de las que te hacen pensar en la Belleza, así, en abstracto.
La belleza del fuego. Las hojas cayendo de los árboles. El terciopelo adamascado. La pedrería antigua convirtiendo un little black dress en una joya. El oro pálido y barroco. El efecto charol. Abrigos medievales, luces de navidad. La dama del unicornio...
Bendito sea Dior: en solo un minuto me ha devuelto a la realidad por medio de la fantasía. Me ha hecho soñar con el otoño y el invierno, desearlos. Me ha desencantado, redimiendo mi nostalgia de verano con solo un quinteto de sombras de ojos y dos lacas de uñas.
La estrella de esta nueva colección son cinco paletas suntuosas que brillan como trajes de fiesta, pero lo que he acabado comprando yo son dos lacas de uñas de tonos imperecederos: Pied de poule, un topo delicado y cremoso, acharolado; y Massai, el granate más bonito que ha vestido nunca mis manos:
Más que granate, color guinda.
Los de Dior son los mejores esmaltes del mercado: ni OPI, ni Essie. Ni mucho menos Chanel. Se nota a la hora de deslizar el pincel, se nota en la frescura del color y en su resplandor semejante al que desprende un tejido rico.
Estos dos tonos son muy otoñales y casan entre sí, por lo que hoy mismo los he estrenado en una manicura que llamo: "los mejores años de nuestra vida comienzan hoy"... y que dedico a Tita Hellen.
De los cinco quintetos que ha lanzado Dior al mundo para crear Belleza pura, me quedo con Trafalgar. De hecho, creo que me lo compraré. Gira en torno al color guinda, al granate opulento de los brocados en vestidos y abrigos de cuentos de hadas, tocados siempre por un matiz oro:
Normalmente no suelo hacer mucho caso al color central del quinteto, porque suele ser mate o de una textura diferente a sus cuatro acompañantes: menos suculenta y aterciopelada. Pero en este caso el vivo granate resplandece desde el centro de la paleta, imponiendo su ley.
En la parte inferior parecen batirse en duelo de hermosura un tono ciruela con matices castaños y granates, y un dorado antiguo y pálido.
Y en la parte superior, no una sino dos sombras luz para encender la mirada: una cálida y amelocotonada y otra amarilla y algo más fría.
Esta paleta gustará a las amantes de los looks de ojos algo rojizos. Si tienes ojos saltones no es lo tuyo. pero si los tienes color miel, castaños o verdes tiene tu nombre impreso con letras de oro.
La belleza del fuego. Las hojas cayendo de los árboles. El terciopelo adamascado. La pedrería antigua convirtiendo un little black dress en una joya. El oro pálido y barroco. El efecto charol. Abrigos medievales, luces de navidad. La dama del unicornio...
Bendito sea Dior: en solo un minuto me ha devuelto a la realidad por medio de la fantasía. Me ha hecho soñar con el otoño y el invierno, desearlos. Me ha desencantado, redimiendo mi nostalgia de verano con solo un quinteto de sombras de ojos y dos lacas de uñas.
Mueble expositor de Dior en Sephora |
La estrella de esta nueva colección son cinco paletas suntuosas que brillan como trajes de fiesta, pero lo que he acabado comprando yo son dos lacas de uñas de tonos imperecederos: Pied de poule, un topo delicado y cremoso, acharolado; y Massai, el granate más bonito que ha vestido nunca mis manos:
Pied de Poule- Massai |
Más que granate, color guinda.
Los de Dior son los mejores esmaltes del mercado: ni OPI, ni Essie. Ni mucho menos Chanel. Se nota a la hora de deslizar el pincel, se nota en la frescura del color y en su resplandor semejante al que desprende un tejido rico.
Estos dos tonos son muy otoñales y casan entre sí, por lo que hoy mismo los he estrenado en una manicura que llamo: "los mejores años de nuestra vida comienzan hoy"... y que dedico a Tita Hellen.
Mirad el brillo... sin top coat ninguno |
De los cinco quintetos que ha lanzado Dior al mundo para crear Belleza pura, me quedo con Trafalgar. De hecho, creo que me lo compraré. Gira en torno al color guinda, al granate opulento de los brocados en vestidos y abrigos de cuentos de hadas, tocados siempre por un matiz oro:
Trafalgar de Dior |
Normalmente no suelo hacer mucho caso al color central del quinteto, porque suele ser mate o de una textura diferente a sus cuatro acompañantes: menos suculenta y aterciopelada. Pero en este caso el vivo granate resplandece desde el centro de la paleta, imponiendo su ley.
En la parte inferior parecen batirse en duelo de hermosura un tono ciruela con matices castaños y granates, y un dorado antiguo y pálido.
Así quedan en la piel |
Y así |
Y en la parte superior, no una sino dos sombras luz para encender la mirada: una cálida y amelocotonada y otra amarilla y algo más fría.
Esta paleta gustará a las amantes de los looks de ojos algo rojizos. Si tienes ojos saltones no es lo tuyo. pero si los tienes color miel, castaños o verdes tiene tu nombre impreso con letras de oro.
Si, el quinteto tiene mi nombre pero tengo que ahorrar para comprarme un secador acorde al voltaje de esta bendita isla. Espectacular la manicura, preciosa.
ResponderEliminarPrecioso el quintento y no menos los esmaltes. Me ha gustado mucho esa dedicatoria :)
ResponderEliminarUn besazo!
Creo que es el mejor manicure que te he visto.
ResponderEliminarMe encantan ambas esmaltes.
ResponderEliminarUn beso.
El esmalte granate me encanta, y ese cuarteto es delicioso.
ResponderEliminarBesos!
Dior no suele decepcionarnos..Y que lacas de uñas, quedan espectacular, tendré que ir a tentarlas. Por cierto,me encanta como has descrito la colección, da gusto leerte.
ResponderEliminarMe gusta mucho esa manicura.
ResponderEliminarPues a mí el quinteto que más me gusta es el de sombras negras, se ve espectacular.
ResponderEliminarM.
Gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarEl quinteto "negro" es precioso pero no pigmenta tanto: también lo probé.
Realmente brillan. Has hecho bien de llevarte las lacas, es lo que más vas a usar.
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