Iluminador Ultra Glow "Brunch Club" de Primark: el look de los cuatro euros
¡Feliz Domingo de Resurrección!
El símbolo más definitivo de la Pascua es la luz y, si en vez de liturgia hablamos de maquillaje, esa luz suele surgir de la fórmula que ofrecen unas polveras muy de moda en los últimos tiempos: sedosas, lujosas... y normalmente, caras. Hasta ahora.
El mundo de los iluminadores está viéndose alegremente alcanzado por la "democratización del lujo": Revolution, Nyx, Essence cuentan en sus colecciones con auténticas joyas para llenar de luz nuestra piel, y ahora le toca el turno a P.S..., la firma de maquillaje de Primark, que vende luminosidad a solo cuatro euros y ha conseguido sorprenderme después de un par de compras sin pena ni gloria y algún que otro cataclismo.
Fue una reseña de Rebe la causante de mi última visita a los almacenes irlandeses, después de haber comprado una paleta de sombras que no me fue bien.
Cool neutrals, ¿recordáis la reseña que le dediqué? Dije que las sombras de glitter eran algo frágiles, y eso junto al envase de cartón aceleró el desastre. En unos días la paleta se ensució muchísimo y acabó arramblada en un cajón. No me atrevo ni a regalarla porque está hecha cisco.
Por eso, el primer motivo que me animó a atreverme una vez más con la marca fue ver que han sustituido esos envases tan endebles por un buen empaque de plástico, que por supuesto habrá que reciclar cuando el producto se termine.
Abres la polvera redonda, de clara inspiración Mac, y te encuentras toda la luz del mundo en una pastilla en forma de hermosa concha, un relieve oportuno porque la textura del iluminador es más parecida a la arena que a la mantequilla, hay que decir.
El tono Brunch Club posee un nombre que evoca vacaciones y glamour, y es un iluminador claro, neutro, que regala un halo poderoso y metálico a la piel y que a mí me recuerda a uno de mis iluminadores deseados, el Moonstone de Becca, solo que algo más frío.
Pero, a pesar de las recomendaciones, de la sencillez y eficacia de la polvera y de la belleza de su tonalidad, no caí rendidamente cautivada por el Brunch club hasta "meter el dedo": el swatch me hizo pensar realmente en Becca, Jouer, Nars..., y si la textura del polvo delata su procedencia low cost, el acabado podría pasar por el de un producto de un precio tres veces mayor.
Aquí lo veis en acción, sobre una base de maquillaje poco adecuada (Fast base de Revolution), que marca mis poros y líneas, y aún así consiguió sacar estrellas a mi piel. Esa luz uniforme, clara y metalizada realmente funciona... ¡por menos de cinco euros!
El símbolo más definitivo de la Pascua es la luz y, si en vez de liturgia hablamos de maquillaje, esa luz suele surgir de la fórmula que ofrecen unas polveras muy de moda en los últimos tiempos: sedosas, lujosas... y normalmente, caras. Hasta ahora.
Fue una reseña de Rebe la causante de mi última visita a los almacenes irlandeses, después de haber comprado una paleta de sombras que no me fue bien.
Por eso, el primer motivo que me animó a atreverme una vez más con la marca fue ver que han sustituido esos envases tan endebles por un buen empaque de plástico, que por supuesto habrá que reciclar cuando el producto se termine.
El tono Brunch Club posee un nombre que evoca vacaciones y glamour, y es un iluminador claro, neutro, que regala un halo poderoso y metálico a la piel y que a mí me recuerda a uno de mis iluminadores deseados, el Moonstone de Becca, solo que algo más frío.
Fui a buscarlo y no lo encontré. Mi Primark está siempre arrasado :( Nunca pillo maquillaje chulo.
ResponderEliminarCreo que es precioso con un tono ideal.
ResponderEliminarUn besito dominical.
Yo me he hecho con otro tono, más cobrizo, y creo que me va a gustar muchísimo también.
ResponderEliminarUn besito.
El Primark de Logroño también es una lotería, anónima. Tan pronto está vacío como que está repletito.
ResponderEliminarRebe, tú eres la culpable..., gracias a ti tengo este tesoro, me encanta.
Gadi... ¡vi ese tono cobre y lo creas o no, pensé en ti!
Lo tuve en las manos este fin de semana, pero sólo había 2 unidades: una sobada y la otra rota. Se quedaron en la tienda, claro.
ResponderEliminarBesos.
Queda precioso puesto ^_^
ResponderEliminarPues los cotilleé y al final me llevé los que son en crema, que digo yo si son los que menos uso, pero ví que tenían un tono precioso y por eso los cogí, a ver si los reseño. Muacksss
ResponderEliminarLo he visto pero no he picado con él porque luego ¡no uso iluminador!
ResponderEliminarBesos
Jajajajaja pues yo ya no sé vivir sin ese paso...
EliminarMe gusta mucho cómo te queda.
ResponderEliminarM.