Muestreando: rutina facial con Nars, Clinique, Eve Lom y Gema Herrerías

¡Buenas y mágicas noches! He ido atesorando algunas muestras apetitosas, como para armarme un ritual de belleza nocturna completa para un fin de semana largo...

... Y makimarujear por aquí los resultados. Vamos primero con lo buenísimo, y luego con lo menos bueno y lo horroroso. 

- Crema limpiadora “The Cleanser” de Eve Lom: Me lo regalaron en Sephora con su muselina, en Navidad, cuando compré la lujosa polvera de Charlotte Tilbury 

- Serum de vitamina C de Gema Herrerías: Me surtieron de varios sobres en mi farmacia de confianza.

Izquierda serum/ derecha crema limpiadora 

El suero es muy, muy líquido, si abres el sobrecito sin cuidado, se derrama. Su fórmula es impecable (nobleza obliga: es Gema Herrerías, no Carlo di Roma). No huele a nada y advertida su liquidez, resulta muy cómodo de aplicar.

No filter & No makeup, premio a la valentía 

Así deja la piel tras una sola aplicación: no borra rojeces aunque tampoco las incrementa, y el tercer día sí las noté atenuadas. Pero, sobre todo, me ha regalado una luz especial y un efecto colchoncito insuperable. 

El serum de Gema Herrerías cuesta veintinueve euros: Me parece un precio espectacular, y lo compraré con ojos cerrados, alternándolo con uno que acabo de pedir a Maquillalia. 

Vamos con la mejor crema limpiadora del mercado, según la revista Vogue. 

El bálsamo desmaquillante más famoso del mundo cuesta la friolera de setenta y cinco euros, pero debo decir que va derecho a mi lista de deseos cuasi inalcanzables.

Contiene parafina, sí, pero también manteca de cacao, clavo y ¡camomila! Huele a campo. Su textura es granulosa y oleosa, como de ungüento amarillo, Exfolia y limpia calmando a la vez la piel, es una experiencia única, puro lujo en tu cuarto de baño.

Vamos con lo que no es tan bonito:

- Aqua luminious mask de Nars.

Pedí la muestra sabiendo que este producto tenía gran cantidad de silicona, que a mi rostro tan sensible no le gusta nada, pero sentía curiosidad. 

Cuarenta eurazos que me ahorro: hidrata e ilumina pero me da miedo y efectivamente al tercer día ensucia la piel.

La textura no es de mascarilla, sino de crema, y como crema nocturna la he utilizado. Lo digo porque no he sido del todo ortodoxa y en mi opinión puede influir ese hecho.

Y llega el doloroso turno de  ¡la catástrofe!:

- Desmaquillante de ojos bifásico Rinse off de Clinique: Me lo regalaron en el Corte Inglés cuando pagué un riñón por un perfume de esa misma marca. 

Sólo puedo decir: “Tengo fuego en las pestañas... 🎶”

Sabía que los productos de limpieza de Clinique eran algo fuertes, ¡pero esto es fuego para mis párpados!

He tirado semejante veneno y rellenado el bote con un par de sobrecitos de serum, porque el color azul turquesa del frasco me tiene hechizada... y es su única virtud.