Regalos de plato de Navidad..., y Look Toasty Peach de Huda Beauty

¡Feliz Navidad, queridas y queridos lectores!

Este año he amanecido el 25 de vacaciones y con un buen catarrazo, y mi comida ha sido frugal y con pijama y manta, el ideal moderno navideño y las antípodas de lo que me suele gustar a mí...

Así que no habrá mucho glamour ni looks vistosos que mostrar..., pero ayer aún estaba funcional, así que tengo alguna fotito de Nochebuena que quería enseñaros por aquí.

Como ésta con mi primo el del iPhone, que a pesar de estar hecha bajo luz artificial se puede percibir claramente el peinado con ondas que me hicieron en Mishea peluqueros y, sobre todo, mis mejillas coloreadas con el que ha sido sin duda para mí el objeto revelación de maquillaje de la temporada, y si me pongo estupenda, de todo 2025:

¡El cuarteto de coloretes e iluminador de Huda Beauty, su primera incursión en el rubor en polvo!

Una paleta de ensueño que conseguí durante el Black Friday en Madrid aunque al ser novedad no tuvo descuento, pero creo que vale los cuarenta euros que cuesta y alguno más. El envase recio, de plástico duro pero también con una bonita y barroca tapa plateada, guarda en su interior un espejo panorámico y cuatro pastillas de color a cada cual más electrizante. 

Hay un rosa bebé muy pálido, rozando el color batido de fresa Okey de mi infancia, que es el típico colorete rosa que a mí me gusta, porque no me sube mucho el tono de las mejillas ni me hace parecer Heidi con rojeces evidentes. 

Hay también dos tonos melocotón que fueron por supuesto la razón por la cual me decanté por este cuarteto en especial, cuando Huda ha sacado también un rosa muy pop y un Berry muy moderno. Sin embargo, existiendo un Toasty Peach..., ¿había alguna duda de cual iba a ser mi elección? Tuve que trasladarme a la capital de España porque a provincias no llegaba esta tercera paleta, ¡pero mereció la pena!

Los swatches...

Los dos tonos melocotón de la paleta son muy bonitos, mates pero no planos, uno más tostado y otro más coral, pero curiosamente lo que más me ha gustado del lanzamiento, y a lo que más partido estoy sacando porque desde que adquirí esta paletita a principios del Adviento no ha habido un sólo día de diciembre que no la haya usado de alguna manera, es su precioso iluminador, con un tornasol rosado evidente pero sin estridencias...

Ya digo que tengo muy pocas fotos de anoche, y las dos que me hicieron fue bajo la dudosa luz artificial, pero creo que en la primera que ilustra este post, o en ésta en la cual estoy entregando a mi padre su regalo de plato de Nochebuena, nada menos que una acuarela de mi mejor amiga, se aprecia la luz que desprende este gran lanzamiento de Huda Beauty.

Intentaré publicar fotos a la luz natural con esta joya del maquillaje, pero ahora ha llegado el momento de presumiros mis regalos de Navidad. Y, si hablamos de a joyas, hubo dos verdaderos tesoros:

La misma mañana de ayer, día veinticuatro, recibí de mis tíos un tardío regalo de cumpleaños, este precioso bolsito joya de la tienda Mínica, maravilloso comercio local de Logroño que a mi tía Eva y a mí nos vuelve locas. Es un complemento perfecto para bodas, pero también lo veo ideal para Nochebuena, Nochevieja, Noche de Reyes e incluso para cualquier domingo en el que una quiera brillar, ea. 

Y ya en nuestro tradicional intercambio de regalitos antes del plato de la cena más bonita del año, mi madre me entregó este precioso anillo de plata bañada en oro, una circonita y múltiples piedrecitas de cuarzo ahumado, que también es producto del comercio local, una pequeña y encantadora platería que hay en el barrio de Santa Cruz en Sevilla, al lado de Santa María la Blanca, que se llama El Joyerito.

Por su parte mi padre ahondó en el terreno de los regalos cozy con esta maravillosa manta de Ezcaray, que, si tenemos que ser del todo sinceros, fue una especie de traslado porque se la habían regalado a él de la Fundación San Pablo CEU con la que colabora a veces. Pero se aprecia el regalo como si fuera de primeras: es que a mí se me habían ido los ojos detrás de la maravillosa manta, ¡y justamente hoy me ha venido de perlas!

Lo que no fue nada casual, sino un regalo muy pensado por mi padre para mí, es este magnífico libro que he estrenado ya en el tradicional desayuno de Navidad en la cama: Portal de poemas, una antología de poemas navideños de mis poetas actuales favoritos que publica la Fundación Tatiana.

Os lo recomiendo vivamente, pues posee tesoros inéditos de autores como Miguel d'Ors, José Julio Cabanillas, Julio Martínez Mesanza, su hija María Mesanza Bautista, los dos hermanos García Máiquez, el gran Jesús Beades o una jovencísima, genial y novel Beatriz Gallástegui, de la que os dejo una auténtica joya aún más reluciente que el bolsito y la sortija...

¡Os deseo unos días llenos de paz, y que el Niño Jesús os haga felices!