Lujuria cosmética

De pequeña, solía ir a las ferias de artesanía en busca de piedras raras: mi padre era un apasionado del mundo mineral y me contagió su fiebre. Nuestro plan favorito, cuando estábamos "los dos solos", era pedalear sin tregua en una barca por el río, comer una pizza en la calle Betis y luego asistir a alguna de esas exposiciones donde se exhibían ágatas y cuarzos rutilados.
Unos años después, de adolescente, comencé a ir a este tipo de mercadillos con mis amigas. El botín más preciado era entonces la bisutería étnica: mejicana, de África... los anillos de coco, pendientes de madera y brazaletes de metal cobrizo comenzaron a desbordarse en los joyeros de mi dormitorio.

Pertenezco a una familia de coleccionistas: cuando nos da por algo vamos a fondo, a saco, a tumba abierta. Libros, discos, pequeños dibujos, pintalabios... Afortunadamente no nos da por el vino o el fornicio porque, con lo excesivos que somos para todo, ¡aviados estaríamos!



Y, ¿por qué hablo yo de repente de ferias y mercados étnicos? Puies porque mis gustos han cambiado, y mucho. Ahora, lo que busco en los "mercado medievales" son, como habréis adivinado... sí, eso mismo... ¡garitos de cosmética artesana! Y nunca faltan, siempre hay uno o dos. Así descubrí Aloeplant. Y ayer decidí escaparme a la Feria de las naciones que cada otoño aterriza en el prado de san Sebastián (Sevilla.) Allí compré una vez un brazalete como de plata oscura, retorcida y labrada, y la perdí de una forma idiota en pampaluna, pero ésa es otra batalla que contar. Ayer encontré una caseta con jabones artesanos, cien por cien naturales y fabricados con aceite de oliva según la técnica del jabón de Marsella. Los había de todos los aromas: chocolate, lavanda, clorofila, romero, bergamota... Me dijeron que no tenía tienda física pero sí virtual: la savonnerie.

Lo que me inquieta es que en la página web sólo ofrecen tres clases de productos: jabón de Alepo, jabón de hiedra y mineral de alumbre en un páctico lingote con cuerdecita... Esto último será mi próximo objetivo: ¿quién se resiste al desodorante más natural del mundo después de haber leído el post que escribió Calipso?

Pero volviendo a los jabones, en la feria había tropecientas clases distintas. Costaban tres euros la pastilla de 125 gramos, y si te llevabas dos te salían a cinco euros. Es decir, comparando: ¿Recordáis el jabón de caléndula de Korres? Yo decía que era muy caro porque costaba cinco euros dos pastillas de ochenta gramos. El de La Savonnerie trae un tercio más de producto y, a pesar de que Korres es una casa muy buena, yo diría que también un tercio más de calidad.




Me llevé tres: dos para cuidar mi piel y uno para dar olor a los cajones de mi armario. ¿No os parece sumamente romántica la idea de una delicada pastilla de jabón, envuelta en papel de seda y escondida entre la ropa blanca de un armario? En el mío lleva varios meses el "Cariño, he lavado a los niños" de Lush, esparciendo su aroma de miel y leche tibia, y he decidido sustituirlo por este de violetas que huele a los caramelos madrileños de mi infancia, esos en forma de flor que se hacían con pétalos frescos de violeta y azúcar, literalmente "violetas confitadas"... así huelen ahora mis cajones.





Los otros dos son de leche de burra y de caléndula. El primero, blanquísimo, huele a jabón tradicional, a crema de la abuela, a tocador de dama antigua. Huele también como el bodymilk de leche de burra de Grisi, riquísimo. Es muy untuoso sin resultar graso, e hidrata con suavidad: dos virtudes que lo hacen muy apetecible para usarlo en mis manos, que están un poco estropeadas. El de caléndula es para mi cara: hace casi dos años escuché en una pequeña farmacia que la caléndula era buena para la piel sensible, y desde entonces no he parado. El primer intento, con Korres, no salió del todo bien porque picaba en mis ojos... ¡pero esta pastilla rosada no escuece! Crea una espuma fina y eficaz, ya que emulsiona con el agua sólo con humedecerla una vez:




Limpia la piel sin resecar, con suavidad. Y, lo más importante de todo: ¡me ha inspirado un poema!

6 comentarios:

  1. Me encanta ese detalle de la "lujuria cosmética" expresa exactamente un sentimiento potinguero jajaja A mi me encanta también buscar productos naturales en los mercadillos, y veo que has dado con varias joyas...qué ricos estaban esos caramelos morados, yo también los probé por 1º vez en Madrid! Me has evocado bonitos recuerdos.
    Besos!!

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  2. Que gracia me ha hecho lo de "familia de coleccionistas". A mi me pasa igual, cuando me engancho con algo, lo acumulo sin piedad. Me suele dar por colecciones de libros, de potis, etc.
    Los mercadillos medievales y esos tenderetes de cosmética artesanal son una verdadera gozada. Imposible resistirse a lo bien que huelen!
    Besos

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  3. No soy mucho de jabones para el rostro, por muy suaves ue me los vendan (manía, chica); pero, desde que probé el de oliva, para manos les estoy dando otra oportunidad.
    Echaré un ojo a la savonneie.

    Un besazo y disfruta de tus pompas de jabón!

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  4. Me chiflan los jabones, tengo una buena colección en mi baño, dentro de una cesta, sólo por el dulce placer de verlos u olerlos (no los gasto).
    Disfrutalos¡¡¡.
    Un besito.

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  5. ¡Hola, Adaldrida! Soy adicta a los potingues y desde hace poco también a tu blog, eres una poetisa potinguil, da verdadero gusto leerte.
    No encuentro la entrada donde hablas del "Creme Apricot" para uñas de Dior. Hechizada por tus palabras me lo compré, desde entonces mis cutículas no podrían vivir sin él. Por casualidad me he topado con una alternativa más económica: Lemony Flutter, de Flush. Huele deliciosamente a sorbete de limón y, unos 7 euros. No hay piel que no consiga suavizar, incluidas mis cutículas salvajes.
    Un abrazo y sigue con tu magia!

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  6. Buenas tardes, he estado leyendo tu blog y me siento muy identificada, sobre todo en el apartado que dedicas a los jabones naturales, yo los he descubierto hace poco y la verdad es que deberíamos fijarnos un poquito más en los componentes químico que ponemos en nuestra piel, por ello quería enseñarte una tienda online de jabones 100% naturales que a mi me gusta mucho: www.jabondealeppo.es , a mi me parece muy económica en relación calidad-precio, espero que a ti también te guste!

    Un saludo.

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