Fuera de mi zona de confort: Solstice de Sleek en mis párpados

3/29/2017
Se ha puesto muy de moda la expresión (y el concepto) salir de la zona de confort, que suele implicar nuevos retos, superación, valentía y huir del aburguesamiento, aunque posee también un lado oscuro pues ¿quién decide que la zona de confort es cobarde y hay que superarla como si de un mal sarampión se tratara?


A veces, hacer justo lo que mejor sabes hacer o sentirte en bata y zapatillas junto a las personas que más quieres... es la mejor idea del mundo.

Pero existe un terreno en el que salir de la zona de confort resulta muy divertido, y es el maquillaje. No, no esperéis un look rojo púrpura con delineado extremo: hay muchas formas de cambiar y para mí abandonar el sempiterno combo de topo en párpados más melocotón en labios y mejillas ya es un cambio. Es cierto que también me gustan las sombras doradas y los labios ciruela suave o piruleta, color rojo labio, pero..., ha sido llegar esta dulce, preciosa primavera y tirar hacia el rosa y la luz como un vendaval.


Y si algo me faltaba en mi anterior maquillaje, era atreverme aún más con el aspecto luminoso de ojos usando distintos iluminadores de la paleta Solstice de Sleek. Que, precisamente, si me pensé tanto su compra y la hice al final el último día del año (en Beautik Logroño, una de mis últimas compras allí) fue para utilizarla en las fiestas porque en mi subconsciente aún este tipo de producto va asociado a la idea de "bling bling = bola de discoteca = ocasión especial".
Y no. También puede ser utilizada una paleta de iluminadores para disfrutar de un paseo, de la Misa y  vermú del domingo...


O para llenar de luz un lunes, porque sí:


Nunca en la vida había iluminado el lagrimal tantísimo, ya sabéis siempre existen buenas excusas para no hacerlo: que si no soy profesional y se me va a ir la mano y quedará chabacano en vez de inocente, que si tengo ya algún pliegue en esa zona...
Pero hay que huir de los miedos, y yo lo he hecho con el pincel en forma de lápiz de Mac en ristre y la sombra blanca de la paleta como primera compañera de aventuras. Luego apliqué por todo el párpado, desde el nacimiento de pestañas hasta la ceja, el iluminador en crema, color piel achampanada, que hizo que todo el maquillaje durara horas y horas.

Unas horas después...
Sobre el párpado móvil, utilicé el iluminador malva que también aplico bajo el colorete Angelika de Nars, sólo que en mejillas lo hago con mano muy ligera y en cambio en los ojos abrí el grifo y no supe dónde cerrarlo. He probado este maquillaje con dos labiales distintos, el 35 de Rimmel para un "total look" rosa pastel frío y el 818 de los Ultra Glossy Stylo de Kiko para un efecto más relajado, más apto para la oficina.
Creo que me atreveré un poco más a salir de la zona de confort..., aunque sea para caer en otra aún más dulce.

12 comentarios:

  1. Pues ya lo dice el refrán: quien no acierta, no gana. Me gusta mucho el look de ojos combinado con ese labial y todo, con ese pañuelo.
    Muy guapa!

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  2. Muy bonita la paleta y los looks que has hecho con ella, estas paletas me llaman la atención porque los iluminadores apenas los uso, porque me veo mejor la piel sin ellos.


    Besos

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  3. ¡Y se hizo la luz!
    Muy guapa. Una cosa es el brillod escontrolado, y otra añadir luminosidad a la piel con estilo.
    Por cieto, muy a favor con lo de la zona de confort. Una cosa es que el miedo te paralice y buscar quitarse la pereza a dar el salto para obtener algo mejor, y otra tomar como negativo aquél refugio que hemos creado para descansar, que no todo es correr en esta vida.
    Besos!

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  4. Gracias por vuestros comentarios, la verdad es que estoy bien contenta con esta paleta porque además tiene como digo un valor emocional. Trastearé más iluminadores de todas formas

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  5. Hija, yo no lo veo chabacano. Está muy bien

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  6. Muy radiante¡¡¡¡
    Esa si que es mi asignatura pendiente, no tengo ni un iluminador..

    Con lo que he salido de mi "zona" es con los labiales.. uso ahora el 800 de Rimmel (tono ciruela) y un rojo de deborah para ir a trabajar y me veo la cara más alegre que con los labiales claros,

    Besos,

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  7. Como todas las modas, incluso las lingüísticas, "salir de la zona de confort" viene del inglés. También existe el término "comfort food" para aquella comida que te "reconforta", tipo chocolate, pasta, pan, helado, dulces...sí, al menos suele ser lo que a la gente más le tira (hay excepciones, por supuesto).
    Creo que soy una persona a la que no le atrae nada "sentirse incómoda porque sí". Pero, a la vez, estoy convencida que me he perdido muchas cosas por este motivo. Tiene mucho que ver con lo controladora que seas. En el maquillaje, sería ir pintada como una puerta para dar clases, con el gloss rojo de Nyx!

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  8. Mira que un iluminador morado a mí no me llamaba, pero me has convencido: es una paleta muy bonita para usar como sombras

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  9. Me encanta el look.

    Salir de la zona de confort no es realmente salir y abandonarla, sino "conquistar" zonas para acoplarlas a tu zona de confort y hacer tu zona más grande. Las personas que tenemos fobias sabemos que no salir no es una opción, así que vivimos las salidas como "reconquistas" y "readaptaciones de las zonas".

    Es como pasar de ir en bata y pijama solo en tu habitación a poder pasearte por toda la casa en bata y pijama.

    Has hecho exactamente lo mismo con ese look.

    Besotes

    Besotes

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  10. Lo que puedo llamar un look radiante y que te hace estar despejada y a la vez guapisima.
    Un beso.

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