Coleur Caramel en Logroño: pongo a prueba su maquillaje en barra

8/10/2018
Coleur Caramel es una firma de maquillaje francesa y ecológica, que mereció un puesto en alguna de las pasadas ediciones de la prestigiosa feria Biocultura. Hasta aquí, todo normal.
Lo que no resulta ya tan habitual es encontrar un comercio que venda semejante joya cosmopolita en la capital de La Rioja...


¿O sí? De la peluquería Mishea, pionera en traer a Logroño hace ya unos años la marca oasis Secretos del agua, todo puede esperarse. Y hace unos días, al ponerme por última vez en las expertas manos de Myriam, pude trastear físicamente con los productos de Coleur Caramel, maquillaje cien por cien natural sin petroquímica.
A pesar de encontrar incluso los labiales líquidos mate tan de moda, lo que despertaba auténtica curiosidad en mí eran sus bases de maquillaje, pues la cruda experiencia me ha demostrado hasta ahora que sin un mínimo de silicona, no se logra una textura satisfactoria ni un acabado bonito.


Había diversas opciones, un fluido luminoso antiedad y varias prebases con distintos superpoderes, pero cuando descubrí un maquillaje en barra casi lloro de la felicidad. Desde siempre me ha parecido un formato muy cómodo tanto para llevar como para aplicar, pero las casas comerciales (Mac,
Max Factor), ofrecen versiones que se hacen demasiado grasas o siliconadas. Esta barrita cuesta unos treinta y seis euros, pero pensé que había que probar..., y me lancé en un día soleado a forzar los límites de este producto natural.

Los ingredientes son como para enmarcar: escualano y aceite de oliva en primer lugar, seguidos de una serie de principios activos de lo más natural ( me escama la “silica”.) El tono elegido fue el más clarito, el once, porque en mi veraneo rural mi piel sigue nívea.
Se aplica con infinita facilidad pues es muy cremoso..., y ahí estaban mis miedos. Aceite mineral no posee, pero vegetales unos cuantos y quería saber si una piel sensible y más bien seca pero intolerante a la grasa podía soportarlo...


Al principio, recién aplicada, pensé que iba a brillar cual luciérnaga y que pese a mi falta de costumbre tendría que sellar con polvos (de hecho un cutis más graso que el mío sí que debería hacerlo), y es que tarda en secarse y asentar sobre la piel como podéis ver en esta imagen: parece migrar por la barbilla y “meterse” por las arruguitas del contorno de ojos...


Sin embargo cuando asienta, la piel se ve preciosa y aguanta mucho más de lo que pudieras imaginar. Eso sí, hay que fundir en el rostro a toques, sin extender como si de una crema se tratase, porque la cobertura es buena pero no alta, recordad que estamos jugando sin siliconas.
Pero la prueba de fuego, lo que hace de esta barra un producto estrella, sucedió por la noche: al desmaquillarme, y tras un día de excursión por tres ciudades distintas, calor, sudor y retoques, mi piel resplandecía, limpia y sin atisbo de saturación. Y es que la calidad de una base de maquillaje se comprueba, paradójicamente, al retirarla. 

11 comentarios:

  1. Tendría que probarla, aunque últimamente hay maquillaje en barra que me ha sorprendido gratamente.
    Un besito

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  2. La silica no tiene por qué escamarte.
    A mí las bases en barra no me van, pero para gustos, colores.
    Besos.

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  3. Jajajajaja es un oxido, desecante, así que no me escama demasiado. Un abrazo.

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  4. Qué buena pinta tiene, a pesar de lo que dices de que tarda en asentar.
    M.

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  5. No sé si cuando hablas del momento desmaquillado estás diciendo que no tenías apenas base ya que retirar...Eso puede deberse a que tu piel se la bebe, típico de las bases más eco, que acaban por fusionarse con la piel y prácticamente desaparecer de la misma. Me gusta la sensación de retirar parte de la base al final del día porque para mí es indicativo de que se ha asentado en la piel, cumpliendo uno de sus cometidos: duración.
    Personalmente los maquillajes en barra me echan para atrás. Creo que son demasiado pesados para mi piel y tienden a marcar las arrugas de expresión...
    De todos modos se te ve radiante. Estos días de amistad descontrolada te han sentado de maravilla.

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    Respuestas
    1. ¡Gracias!
      Pero creo que me he expresado mal: cuando digo que mi rostro está limpio tras desmaquillarme, me refiero a que la base no ensucia la piel, no satura los poros. A veces cuando te maquillas con un producto en barra, es tan grasiento que al retirarlo comienzan granitos en tu cutis, con este no sucede aunque aún está en periodo de prueba. Haré dentro de una semana una actualización.

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    2. Duda despejada. Estaré atenta a la nueva review.

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  6. Ya nos contarás

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  7. Este tipo de bases suelen ser muy útiles porque personalmente las encuentro más fáciles de aplicar y difuminar y muchas veces hasta funcionan de corrector, pero las encuentro muy pesadas. Si las líquidas ya me agobian en verano, con esta si no es invierno ni me atrevería, pero reconozco que tiene muy buena pinta, la verdad.

    Besotes

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  8. No lo he probado, pero me encanta la cosmética natural. Lo apunto para echarle un ojo.
    ¡Un beso!

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  9. Actualización: la he utilizado en un par de ocasiones más y no me ha provocado ningún problema en la piel. Hay que aplicar a toques y dejar que seque, tarda un poco. Me parece más un maquillaje de otoño invierno, pero es una gran opción, y ecológica.

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