Mi Black Friday (I) Gafas de sol Hawkers y un misterio

Hoy se celebra el Black Friday... y a mí me ha pillado este año retirada del mundanal ruido, pero eso no es obstáculo para que os enseñe en este espacio las compras que, al calor de la fecha, he podido realizar antes y después.

El pasado sábado estuve con una gran amiga en Zaragoza, disfrutando de una comida y una tarde de compras en el Centro Comercial Puerto Venecia que realmente es espectacular.
Quería visitar The Body Shop, pero como propina descubrí las gafas de sol Hawkers: firma española de diseño low cost que ofrece una promoción más que interesante: Hazte un trío, es decir, por el precio de un par de gafas (en torno a cuarenta euros), te llevas tres.

Evidentemente no iba a hacerme de pronto con tres gafas de sol para mi uso exclusivo, pero me pareció una oportunidad de oro para conseguir un buen regalo de cara a las navidades, al fin y al cabo esta fecha se inventó para ese fin.
Lo pasamos como chiquillas probándonos modelos hasta de esquiador, o redondas tipo John Lennon que me hacían cara nostálgica...

Encontré unas preciosas gafas de aviador con filo dorado que por obra de magia favorecen a mi rostro: adoro este estilo pero nunca antes había hallado unas “aviator” que me quedaran bien. Son el modelo Gold Chrome Lacma y cuestan cuarenta y cinco euros. De hecho, me gustaron tanto que elegí otras iguales para regalar...

También para hacer de paje de los Reyes Magos... o no, me llevé este modelo: el Carey Green Hypnose, en forma de mariposa (o de cantante de reggaetón diría mi mejor amiga) y con monturas de falso carey: me fascinan pero no son las más  convenientes para mi tipo de rostro.
También costaban cuarenta y cinco euros, pero gracias al viernes famoso me salían gratis...

Y aquí llega la sorpresa y el misterio. Yo estaba feliz con mis tres pares, uno “repe” para regalar, cuando al día siguiente, ordenando las bolsas y papeles de mi tarde dé chicas en Puerto Venecia, me encontré con un ¡cuarto par!

Y es que el primer modelo que probé fue éste de monturas en oro rosa y cristales Optic blast rosas también, y me fascinó..., pero terminé apartándolo en favor de los otros.
Fue claramente un error del dependiente, pues comprobando el ticket y mi app bancaria no me habían cobrado más que cuarenta y cinco euros. El chico las introdujo también en la bolsa, y llegaron a mis manos. Por un momento no supe qué hacer, pues en Logroño no hay Hawkers, no tengo previsto viajar en un futuro a Zaragoza, y el número general de la firma en internet no respondía.

En IG triunfaron irremediablemente las gafas rosas (que por cierto se llaman Falcon Rose gold Metal, pero yo tenía claro, tras una leve tentación, que lo ético era devolverlas. Al final logré dar con el teléfono de la tienda de Puerto Venecia, me agradecieron la llamada (efectivamente, les descuadraban unas gafas) y estuvimos pensando qué hacer.
Voy a Sevilla a mediados de diciembre y las devolveré allí, pero mi idea es entregar las segundas gafas Aviador porque, entre otras razones, son las únicas que conservo precintadas, regalar en navidad las de carey, ¡y quedarme con las polarizadas y las sublimes gafas de aviador!