Blossoming Beauty de Kiko Milano (II): labiales hidratantes y lápices de cejas
Ha comenzado la Cuaresma y voy a intentar (intentar, repito) una potidieta cuaresmal. Por Ucrania, por algunas personas que quiero. El ayuno me va a sentar bien al bolsillo y a la salud, además.
Sin embargo, no dejo huérfano este blog, pues tengo muchas novedades en el cajón, de cuando fui a Madrid, pedidos a Maquillalia, visitas a Sephora... el vicio, que se acumula.
Es bueno darle un poco de aire.
Comienzo por la segunda entrega de la saga Blossoming Beauty, la hipnótica edición limitada de primavera en Kiko Milano, de la que aún habrá una tercera entrada.
Me llevé uno de sus coloretes, más que por el rubor en sí por la polvera, que me pareció preciosa...
Y como en una segunda visita compré polvos de acabado y bronceador, este producto se va a un neceser ajeno, después de hacer los pertinentes swatches y de colorear mis mejillas con él:
Es el tono Lovely mauve y en absoluto me parece feo o de mala calidad, pero no aporta nada único a mi neceser, y en cambio alguien en mi familia lo puede gozar.
En esta colección han lanzado los sempiternos labiales líquidos mates, con los que no quiero caer de nuevo porque ¡no los uso! y, alabado sea el Señor, labiales hidratantes, ahora que el acabado gloss vuelve a ser tendencia.
Cuatro barras de labios con un envase metálico en oro rosa, imantado y con un adorable relieve floral. Los cuatro tonos me gustaban, y por pura decencia me llevé solo uno: el número tres.
He logrado quitarme la espinita del labial líquido mate número 3 de la colección de Navidad, un tono óxido parecido al Exotic de Nyx que me compré en diciembre y que estoy al borde de regalar, porque no utilizo.
En cambio, en su versión hidratante y cremosa...
Se convierte en una barra de labios iconica, un estuche barroco y preciosista, y un tono construible: puede ser un teja subido pero también puede ser un tono labio de matiz cálido, como veis en este selfie.
Sin embargo, la joya de mi primera incursión en la colección Blossoming Beauty es su lápiz doble para diseñar mis cejas: al estilo de Benefit pero por un tercio de su precio, un envase mil veces más bonito y una única pega:
¡Pertenecer a una colección efímera! De veras, lo quiero en el lineal fijo.
El goubillón es perfecto en tamaño y forma, impregnado en un gel ligero y de color ceniza (el número uno); y, en el otro extremo, una mina de cera que me ha reconciliado con el formato.
Cierto es que tengo las cejas recién diseñadas por la genial Andy de Mishea peluqueros, pero el producto las deja ¡absolutamente preciosas!
Las polveras son una verdadera joya, yo aún me resisto...a ver si lanzan alguna promoción jugosa. Saludos!
ResponderEliminarLa polvera es preciosa.
ResponderEliminarRespecto a los labiales...cuando un tipo de productos es "de toda la vida" es porque resiste a modas, y eso hacen los labiales en barra cremosos, resistir,porque siempre tendrán su hueco.
Besos!
La polvera me ha encantado y el labial tiene un color con el que me siento muy cómoda. Hace poco me compré un fijador de cejas con color de Catrice en ese formato pero toma demasiado producto y como te descuides, te hace un Macario en las cejas XD
ResponderEliminarBesitos.
Si seguís alabando la polvera me acabaré pensando lo de regalarla, jajaja. Pero no, porque tengo otras dos más, que os enseñaré pronto.
ResponderEliminarQué bonitas te quedan las cejas...
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