Chocolate bar de Too Faced: Fotos, swatches, primeras impresiones

1/20/2019
Decíamos ayer... que Sus Majestades los Reyes Magos me deslumbraron al regalarme la paleta de sombras de ojos más dulce del mercado. Os pregunté en Instagram si queríais que reseñara primero esta delicia con pedigrí o la paleta Affection de las Reloaded de Revolution Beauty que sólo cuesta cinco euros y va a pegar muy fuerte en redes y en ansia cosmética...

Chocolate bar de  Too Faced

La encuesta estuvo muy reñida pero la Chocolate bar fue la clara ganadora al principio, venciendo al final por un discutido cincuenta y dos por ciento... así que me lanzo a describir su dulzura.
Esta joya cosmética en forma de tableta de cacao es un hito en el mundo del maquillaje: junto a Urban Decay, fue Too Faced quien dio el pistoletazo de salida a esta locura o festival de paletas que hoy nos inunda. Por esa misma antigüedad, para algunos se habrá quedado obsoleta pero  para muchos otros se trata de un referente y un clásico.


Para mi gusto uno de sus grandes aciertos es la armonía de color, que sus creadores no se volvieran locos metiendo de pronto un verde o un azul porque sí. Incluso el tono morado se explica al coexistir en la paleta con rosados y arándanos, e incluso su nombre "candied violet" coopera a esa imagen como de bombones de confitería que desprende el conjunto.


Comenzamos con las dos sombras base, luz, para aclarar el arco de la ceja o encender el lagrimal: justamente por eso son mucho mayores que las otras. White Chocolate es un vainilla claro mate, quizás demasiado blanquecino para pieles oscuras, pero a la mía rosada le sienta muy bien y actúa de maravilla como base en todo el párpado, al ser algo cremosa.
Champagne truffle es muy luminosa, "shimmer", bastante clara también aunque no vira al beige sino al rosado, y puede funcionar hasta como iluminador, como veremos pronto.


Gilded ganache es una de mis favoritas de la paleta: un tono humo surcado de burbujas de oro. Es crema pura, sedosa y sublime, por lo que hay que tener cuidado al meterle el pincel, es algo blanda por delicada y se puede desmoronar.
Pasamos al resto de tonalidades por algo parecido al orden:


Tras la sombra humo, tenemos un beige subido, café diría Anna Sarely, mate, ideal para transiciones y cuencas. A su lado, un castaño satinado precioso. Y encima de él, un dorado opulento: Créme brulée es otro de mis amores porque no tira al amarillo ni al brillo excesivo, es un oro viejo perfecto para diario.


En el centro de la paleta hay tres colores increíbles. Milk Chocolate es una sombra mate y castaña, a caballo entre el camel y el marrón glacé, y me recuerda sin ser idénticas a la sombra galleta María del dúo Cordura de Nars o a la famosa Camel de Bobbi BRown. A su lado hay un rosa mate que no me mata, y remata la fila una sombra color arándano rojo, de base mate también pero con una fina purpurina en su superficie.


Llegamos a dos sombras bellísimas, dos de mis sombras preferidas. Black forest truffle es brillante, deslumbrante, color uva y también un poco ahumada, y con las mismas adorables burbujas doradas que surcan a otros tonos de la paleta. A su lado, una de las joyas de la Chocolate bar: Candied violet, un morado con base gris preciosísimo.


Acabamos con dos tonos chocolate distintos, uno más humo (recuerda también a Cordura II de Nars), y uno rojizo, metalizado, deslumbrante. Todas las fotos están hechas con una sola pasada de dedo, y es que la pigmentación es una auténtica pasada 😂
En definitiva. voy a utilizar y utilizo todas, absolutamente todas las sombras de la paleta menos, quizás, Strawberry bon bon. Todas me enamoran, a todas les veo la ocasión y la utilidad, solas o combinadas.


Y no, no tengo un look despampanante donde pongo a prueba la mitad de la paleta, aunque eso acabará llegando al blog también. Os dejo como primicia una foto imperfecta, que no muestra bien el párpado, pero en la que se ve mi sombra de cabecera (ya sabéis, Gilded ganache), y también Champagne truffle encendiendo mis pómulos y la punta de mi nariz, al modo Instagram maquillaje de moda.
Éste es el comienzo de una gran... saga de looks en este espacio.

12 comentarios:

  1. Es como todo, depende de en qué momento te pille y los gustos que tengas.
    La paleta es bonita, sin duda, pero yo ahora mismo me veo poco disfrutando de esos tonos, más que como complementos. Los encuentro apagados para mí, pero no puedo decir que la paleta sea fea o esté anticuada, porque mañana sale otra con otra forma y algunos de esos mismos tonos presenatdos de otra manera, y ya es nueva.
    Disfruta de ella, es un clásico joven.
    Besos!

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    1. Jajajajaja a mí es que el colorín me va poco, ya tú sabes. Es una paleta de invierno y entretetiempo, es verdad.

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  2. Estás muy guapa, Rocío.

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  3. Me parece una paleta preciosa. Yo he picado con una de las de esta saga y me da miedo haber abierto una caja de pandora, jajaja
    Un besito.

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    1. Yo he tenido la Sweet peach pero la regalé porque olía muchísimo a golosina y porque sólo usaba la mitad de las sombras...

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  4. Es muy bonita, aunque no tengo ninguna sombra de esta marca y tampoco paletas.


    Besos

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  5. Paletísticamente hablando, soy virgen con las sombras de Too Faced. Y, sin duda alguna, si alguna vez me animo a dar el paso, sería con esta paleta. Es preciosa y ponible de narices, lo que pasa que con el cofre de las tres paletas de Zoeva del año pasado, tengo tonos muy muy similares en conjunto, tú sabes. Me parece ideal y tú estás bella, as always.

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    1. Millones de gracias. Tienes toda la razón, la gran baza de esta paleta es que además de preciosa es muy muy ponible.

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  6. Me gusta mucho, son colores muy fríos que vienen ahora para el invierno, pero no queda ni seria ni apagada, son muy bonitos.

    Besotes

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  7. Te veo muy guapa en la foto

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  8. Esta paleta para mí sigue siendo un básico, y además da mucho juego.
    ¡Un beso!

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