En manos de Olmo Longarbo
El día de mi cumpleaños me pasé por el corner de Kenzoki en el Corte Inglés de Nervión, para regalarme la mascarilla de Dulce de Nube de la que hice una breve review en la pasada primavera. Me entretuve charlando un ratito con Rosa que, siempre tan agradable, volvió a darme muestras de la jalea exfoliante con perlas de gominola.
Estaba ya cobrándome cuando vi que alguien nos observaba sonriendo. Era un chico joven con gafas que atendía el expositor de Tous Color, en la esquina de Revlon. Me dijo que le encantaría maquillarme y yo, después de reponerme de la sorpresa, concerté una cita para el sábado.
Rosa me comentó que se trataba de un maquillador con cierto prestigio: Olmo Longarbo, que además de exponer sus collages en las galerías Murnau y Full Art, ha trabajado para la pasarela Cibeles y para Culturacero, y ha maquillado a los actores de espectáculos teatrales.
Olmo me maquilló con productos de Revlon y de Tous.
Extendió por toda mi piel, a toquecitos y con un triángulo de latex, el fondo fluido Phote ready que yo aún no había probado: es muchísimo más ligero que el Colorstay que yo amaba cuando era joven, pero tiene una cobertura y permanencia en la piel asombrosamente parecida. Lo que cambia es el acabado, transparente y luminoso, con ligeras partículas de brillo que no son tropezones de glitter como temía yo, y que dejan el cutis mate pero luminoso.
Olmo utilizó el tono Shell Coquillage , número tres, y lo fijó con una ligera nube de polvo compacto Colorstay: este sí que lo conozco muy bien porque lo uso en verano sobre la piel desnuda y me hace sentir muy cómoda.
A continuación definió el cotorno de mi cara con los polvos bronceadores de Tous Color en el tono Natural Bear, e iluminó mis mejillas con el rubor de Revlon en Berry Rich, un vino suave muy elegante que yo no estoy acostumbrada a usar.
En los ojos combinó la sombra más clara y la más profunda del cuarteto Teddy Pink nº2 de Tous Color: un blanco impluto e irisado que aportó luz al párpado móvil y un "berry" que difuminó en la cuenca, mezclándolo con el lápiz Brushed pewter de Revlon, para dar profundidad a la mirada. Trabajaba con trazos cortos y mágicos, como si el pincel bailara y volara solo sobre los pliegues de mi rostro. Esa ligereza, esa forma de fluir sobre la piel fue lo que más me admiró de su impecable trabajo. Rosa de kenzoki disparaba fotos para inmortalizar el momento... que llegó a su culmen cuando entró en juego el eyeliner líquido.
Trazó una línea sutil pero firme, con un pulso envidiable, alargándola un poco en un discreto rabillo. Para secarlo me pidió que me mantuviera durante un par de minutos con los ojos suavemente entornados, así en una pose romántica que en medio del bullicio de la perfumería me hizo sonreír.
Marcó las pestañas con rímel negro, peinándolas hacia afuera de forma diagonal para enfatizar mis ojos rasgados. Para aplicar la máscara, me pidió que mantuviera el ojo muy abierto pero que mirara hacia abajo: no conocía este truco y me pareció sencillamente genial.
Por último, marcó la línea de agua con lápiz blanco: no crema, ni marfil ni beige roto, sino blanco puro. Siempre he huído de este matiz porque leí en foros y en revistas que quedaba artificial, pero si sabes usarlo ilumina todo el conjunto.
Los labios hacían juego con los ojos, en un rosa algodón de azúcar que me enamoró. Lo consiguió rellenando la boca con el perfilador Ocre de Revlon muy difuminado, y aplicando encima una generosa cantidad de gloss nº2 de Tous, en un color "candy" muy bonito.
Y fue precisamente este brillo de labios el que se vino conmigo a casa. En ningún momento me sentí presionada a comprar ninguno de los productos que Olmo me iba mostrando como un nuevo mago Merlín del maquillaje. El gloss solito se metió en mi bolso: es muy translúcido, tiene ligeras partículas de shimmer y un tono rosado frío pero natural divino.
De las fotografías que he utilizado en este post, las cuatro últimas son mías y fueron realizadas con luz natural, mientras que debo las dos primeras a la maestría de Rosa de Kenzoki, que bajo los focos artificiales del centro comercial supo captar todo el arte de Olmo Longarbo: ¡Gracias a los dos!
Estaba ya cobrándome cuando vi que alguien nos observaba sonriendo. Era un chico joven con gafas que atendía el expositor de Tous Color, en la esquina de Revlon. Me dijo que le encantaría maquillarme y yo, después de reponerme de la sorpresa, concerté una cita para el sábado.
Rosa me comentó que se trataba de un maquillador con cierto prestigio: Olmo Longarbo, que además de exponer sus collages en las galerías Murnau y Full Art, ha trabajado para la pasarela Cibeles y para Culturacero, y ha maquillado a los actores de espectáculos teatrales.
Olmo me maquilló con productos de Revlon y de Tous.
Extendió por toda mi piel, a toquecitos y con un triángulo de latex, el fondo fluido Phote ready que yo aún no había probado: es muchísimo más ligero que el Colorstay que yo amaba cuando era joven, pero tiene una cobertura y permanencia en la piel asombrosamente parecida. Lo que cambia es el acabado, transparente y luminoso, con ligeras partículas de brillo que no son tropezones de glitter como temía yo, y que dejan el cutis mate pero luminoso.
Olmo utilizó el tono Shell Coquillage , número tres, y lo fijó con una ligera nube de polvo compacto Colorstay: este sí que lo conozco muy bien porque lo uso en verano sobre la piel desnuda y me hace sentir muy cómoda.
A continuación definió el cotorno de mi cara con los polvos bronceadores de Tous Color en el tono Natural Bear, e iluminó mis mejillas con el rubor de Revlon en Berry Rich, un vino suave muy elegante que yo no estoy acostumbrada a usar.
En los ojos combinó la sombra más clara y la más profunda del cuarteto Teddy Pink nº2 de Tous Color: un blanco impluto e irisado que aportó luz al párpado móvil y un "berry" que difuminó en la cuenca, mezclándolo con el lápiz Brushed pewter de Revlon, para dar profundidad a la mirada. Trabajaba con trazos cortos y mágicos, como si el pincel bailara y volara solo sobre los pliegues de mi rostro. Esa ligereza, esa forma de fluir sobre la piel fue lo que más me admiró de su impecable trabajo. Rosa de kenzoki disparaba fotos para inmortalizar el momento... que llegó a su culmen cuando entró en juego el eyeliner líquido.
Trazó una línea sutil pero firme, con un pulso envidiable, alargándola un poco en un discreto rabillo. Para secarlo me pidió que me mantuviera durante un par de minutos con los ojos suavemente entornados, así en una pose romántica que en medio del bullicio de la perfumería me hizo sonreír.
Marcó las pestañas con rímel negro, peinándolas hacia afuera de forma diagonal para enfatizar mis ojos rasgados. Para aplicar la máscara, me pidió que mantuviera el ojo muy abierto pero que mirara hacia abajo: no conocía este truco y me pareció sencillamente genial.
Por último, marcó la línea de agua con lápiz blanco: no crema, ni marfil ni beige roto, sino blanco puro. Siempre he huído de este matiz porque leí en foros y en revistas que quedaba artificial, pero si sabes usarlo ilumina todo el conjunto.
Los labios hacían juego con los ojos, en un rosa algodón de azúcar que me enamoró. Lo consiguió rellenando la boca con el perfilador Ocre de Revlon muy difuminado, y aplicando encima una generosa cantidad de gloss nº2 de Tous, en un color "candy" muy bonito.
Y fue precisamente este brillo de labios el que se vino conmigo a casa. En ningún momento me sentí presionada a comprar ninguno de los productos que Olmo me iba mostrando como un nuevo mago Merlín del maquillaje. El gloss solito se metió en mi bolso: es muy translúcido, tiene ligeras partículas de shimmer y un tono rosado frío pero natural divino.
De las fotografías que he utilizado en este post, las cuatro últimas son mías y fueron realizadas con luz natural, mientras que debo las dos primeras a la maestría de Rosa de Kenzoki, que bajo los focos artificiales del centro comercial supo captar todo el arte de Olmo Longarbo: ¡Gracias a los dos!
Me ha encantado eso de "cuando era joven"...pero si eres una niña!!! el maquillaje una pasada! lástima que me pilla muy lejos!! y el gloss, es normal que accidentalmente se deslizara hasta tu bolso,es precioso!!
ResponderEliminarQué fantástico Olmo! Desde su nombre hasta su ofrecimiento y la delicadeza y arte con que nos cuentas que obró. Niña, tienes que aprender a hacerte ese rabillo, te queda de lujo!!!! BESOS!
ResponderEliminarGuau! me ha encantado, tengo unas ganas terribles de probar la photo ready y por cierto, esos tonos rositas te quedan de lujo!!. Besos!!
ResponderEliminarY Olmo está siempre allí? porque no lo he visto por allí nunca. Hizo un trabajo estupendo, estas muy guapa. Besos.
ResponderEliminarAcabo de caer in love with Olmo. Qué Arabel Padilla (de NARS) me perdone la infidelidad.
ResponderEliminarUn maquillaje precioso, te queda fenomenal.
ResponderEliminarBesoss
Te dejó natural y preciosa.
ResponderEliminarLo del lápiz blanco, es lo que tú dices: si sabes usarlo, queda bien.
De hecho, yo lo he usado siempre y nadie me ha dicho nunca que pareciera artificial; y no creo que fuera por maestría, sino porque como a mí no me sura un suspiro el color en la waterline, se difumina y no queda blanco cal.
Besos!
Nuevo blog de belleza: http://perfumeriasilvermoon.blogspot.com/
ResponderEliminarHaremos un sorteo próximamente, ¡no te lo pierdas!
Eres de Sevilla Adaldrida???? es que al mencionar el corte inglés de Nervión.... yo tmb soy de alli, me encantan tus narraciones, son realmente muy buenas y esta me ha encantado tanto el maquillaje como la narración. Un beso!
ResponderEliminaroye,pues te dejó moníiisima! que guapa!
ResponderEliminarun besito y feliz navidad!!
Me alegra que os guste. Yo disfruté de lo lindo.
ResponderEliminarAnónimo, ¡a mí me sucede algo parecido! He caido también in love, siendo un poquito infiel a Franc Delgado de Nars que sigue siendo mi primer amor potinguil...
Danui: me acabo de enterar de que tengo muchísima suerte: ¡porque estaba ahí de chiripa, por una promoción que terminaba aquel mismo día! Trabaja en distintas perfumerías me han dicho...
pues te ha quedado de maravilla!! me gusta mucho!!
ResponderEliminarque suerte!!!
bss
Estás preciosa, la piel increíble, el rabillo del ojo te sienta fenomenal y no me extraña nada de nada que el gloss se quisiera ir contigo;). Chica, que suerte que coincidieras con él. Un beso y aprovecho para desearte feliz Navidad.
ResponderEliminarBlanca
Se te ve la piel súper natural y preciosa.
ResponderEliminarUn beso
Muy bonito, un maquillaje muy coqueto. Lo mejor para mi gusto, el delineado+rabillo te queda genial. Y cada vez me tienta mas la firma Kenzoki (algo caerá: mascarilla, crema milagrosa?), tendré que ir a conocer a mi tocaya. Un abrazo
ResponderEliminarEL look es precioso!! Es impresionante que un maquillador te diga, te kiero makillar, genial!!!me alegro un montonazo.
ResponderEliminarBikiños
Siempre leo tu blog, me encanta como describis cada cosa que usas, me dan ganas de tenerlo y disfrutarlo como vos sos una genia!
ResponderEliminarEl maquillaje te ha quedado hermoso. Justo ayer compre la colorstay de revlon que me parecio muy ligera (habran cambiado la formula?)es la primer base que tengo ya que antes tenia la piel tan grasa que no me animaba. La chica del stand me puso base, corrector y rubor cuando termino me vi al espejo y era otra persona! me sentia una diva jaja!
Tienes una nueva seguidora desde argentina, besos!
Nena, te dejó guapisima, te lo digo de verdad...que fotos más buenas¡¡¡¡.
ResponderEliminarBesos.
PEAZO DE OJOS QUE TIENES MÁS BONITOS!! Me encanta como te han maquillado! No sabía lo de la mascarilla, me has dejado con el run run de probarla. Un besazo muy gordo y si no subes nada, que pases unas felicísimas fiestas!!
ResponderEliminarQuerida Adaldrida: ¡Qué delicia de plan!... ¡Y qué linda has quedado!... Hay que aclarar que el maquillaje te luce porque sin él igual eres PRECIOSA... Un besote, Claudia
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